Texto del Pregón de Semana Santa 2014

Hablar de Miguel Sáez es sin duda algo innecesario para la mayor parte de ustedes, ya que es de sobra conocido, tanto por su desempeño como docente durante años, como por su labor en lo que han sido sin duda sus dos grandes pasiones, el teatro y la semana santa, a las que pudo dedicarse en cuerpo y alma gracias al apoyo callado, pero sin duda imprescindible, de su esposa, Gabriela López. ¡Gracias Gabriela!

Ambas aficiones diríase que están grabadas genéticamente, ya que desde su más tierna infancia, participaba de ambas en el ámbito familiar.

En el teatro, donde empezó haya por el año 1940 participando en UN FESTIVAL ESCOLAR DECLAMANDO UN POEMA DE Álvarez de Sotomayor, ha hecho de todo, tramoyista, apuntador, actor, director… pero sin duda su aportación más importante y querida, fue la creación en al año 1971 de la Semana del Teatro Aficionado, un evento que bajo su dirección se fue enriqueciendo y ampliando, primero con el certamen de teatro infantil y después con el festival nacional de declamación, haciendo que el nombre de Albox fuera conocido en toda la geografía nacional. Una labor de muchos años que quizá no se le ha reconocido suficientemente.
Pero sin duda su gran pasión es la Semana Santa, que vive desde una Fe profunda, lo que le ha llevado a conocerla y amarla en todas las distintas formas en que se celebra en España, desde las ricas procesiones sevillanas, al austero sentimiento religioso de Castilla, como distintas muestras de una misma Fe y un mismo sentimiento de amor a Dios.

En el año 1939 se reiniciaron las actividades de la cofradía de Nuestra Señora de las Angustias, entre los miembros de la primera directiva tras la guerra se encontraba su tío materno Juan Vizcaíno Rodríguez, y desde el primer desfile procesional, Miguel Sáez, con siete u ocho años, tomó parte. En el año 1954 entró a formar parte de la junta directiva de la cofradía, hasta hace muy pocos años, durante ese tiempo siempre vigiló y controló con su potente voz la salida de los tronos de la iglesia, y ahí sigue, todos los Viernes Santos, en la puerta de Santa María, nervioso, vigilando la salida de los tronos y de SU trono, sintiendo quizá, todavía, que la responsabilidad de sacarlo a la calle es un poco suya.

Fragmento extraída del protocolo del acto,
presentado por Manolo Pleguezuelo Alonso